miércoles, mayo 31, 2006

Es lo mismo

Ayer en el metro iba sentada a mi lado una señora que miraba hacía arriba, escuchando a su hijo hablar de cosas que no entendía.
"Sí, mamá," decía hiperactivo. "Es como la que tiene Luis, pero esta además de color es azvans y es así, pequeñita. Y no es como la que ya tengo, porque se dispara con el botón de aquí y, con este no, pero con otro juego que tengo en casa se ven los disparos de fuego y buah, y se pueden guardar hasta cinco partidas diferentes. Sólo que yo juego sólo en la B; me quedan dos vidas todavía, y encima me van a dar otra porque ya tengo cinco monedas acumuladas."
La señora escuchaba atenta y con los ojos muy abiertos. Cuando su hijo dejó de hablar contestó puntual, "Hijo, eso es como si yo te explico como se hace el arroz con pollo."

domingo, mayo 28, 2006

El Negro

Mis tíos tienen un gato. Se llama Frodo, pero entre todos ha ido adquiriendo distintos apodos: Friti, Fruti-tuti, Frutitirilo, Pequeñontilo, Pequeño-peludo-y-suave (como Platero)... y algunos más. Tiene dos amigos gatos en el barrio. A uno le hemos llamado el Negro, porque es negro y punto. Y la otra es una gran gata que se llama Lagartija, no sé porqué, pero para los amigos es conocida como la-gata-de-Emilio (el vecino).

En fin; anoche nos fuimos los tres primos al cuarto, como siempre, a leer un ratito antes de acostarnos. Mi primo y yo ya estábamos hipnotizados en la lectura cuando mi prima hizo un sonido gish y se quedó petrificada, de pie en la cama y con las manos en la cabeza. Volteamos para mirarla y dio un gritito (de los suyos).

La risa vino cuando nos dijo que es que había una polilla. Pues qué tonta, una polilla, mátala o échala y ya. Si, claro.

Nos pusimos los tres en guardia y a su busca y matanza, pero más vale maña que fuerza y la polilla no aparecía por ningún rincón de la habitación. Al fín la divisamos (jou-jou, allí a lo lejos capitán), posada sobre un CD, en la estantería. Qué fea. Mátala, si si, venga dale. No tú. No, que tú estás al lado, que miedicas, sisi pero tú te vas. Pues dame una zapatilla, no, aplástala.

Vale. Pues acerco la mano para emplear la técnica levanta-rápido-el-CD-y-empótrala-contra-la-tabla-de-madera-que-asco y cuando ya iba ya iba aparece la sombra de mi prima y la polilla sale volando. Revulú otra vez.

Después de un rato mi primo y yo volvimos a abrir los libro y pasamos de la polilla. Total, era una polilla. Pero mi prima se acordó de repente de que el armario estaba abierto y dentro estaba toda su ropa y aplicó la lógica, y con su conocimiento previo de la actividad polillar, llegó a la conclusión de que se estaría comiendo todas sus camisetas. Oh no. Empezó a darle palos a las ropas, pero sin meter mucho la mano por si se la arrancaba la polilla feroz, así que cogió la flauta del colegio y siguió dando golpecitos a los pantalones colgados. Pero de ahí no salía nada. Por fin, sucumbió a la lectura también.

Ya nos íbamos a dormir (estarás preguntándote que tendrá que ver el rollo del gato de tus tíos del principio) y bajó mi prima a por agua. Ahhhhh, el negro, el negro. Nuestro primer pensamiento: han entrado en casa. Entonces, a mitad de la escalera vimos pasar a un gato que no era Friti y a mi prima correr delante de él. Comprendimos que el único que había entrado había sido el Negro.
Los tres nos juntamos detrás de la escalera donde discutíamos qué hacer. El gato se metió debajo de la mesa del salón y nos miraba con sus ojos raros, y además nos maullaba electrónico: en vez del miau de toda la vida, hacía mieeeeau. Muy extraño.

Entonces mi primo abrió la puerta del patio para que saliera. Pero como era gato callejero no entendía cuando le decíamos “venga, ven, por aquí.” Claro. Mi primo nos mandó para arriba a las dos, que así se asustaba y no saldría.

Subimos, y entraba yo en la habitación cuando fiiiiium me pasó una cosa negra y salté de la cama y de repente me encontré al fondo del cuarto de baño que casi en la ducha. Mi prima gritó otra vez, y mi primo subió “para ver que pasaba” pero que en realidad era para meterse en el baño también. Yo prefería la polilla.

Pensamos en abrirle las persianas para que se fuera por la ventana. Pero claro, estaba justo en la ventana. Mi prima puso la excusa de que llevaba pantalones cortos y le podría arañar, que si no, pues claro que iba. Mi primo se hizo gotica de agua, y yo me reía en el baño. El gato seguía electrónico y nosotros recurrimos a mi tío. Mi tía se despertó y dijo que un gato encerrado era muy peligroso, y que qué descarado que se ha metido en casa. (Y mientras Frodo de garbeo en la calle). Mi tío entró en la habitación y le dijo al gato que a ver qué hacía él ahí.

Nosotros bajamos, por si acaso, y mi primo decidió que mejor sería meternos en la cocina para que no nos vea y no se asuste. Ya, por eso sería.

Mi tío echó al gato y se rió de nosotros. Y nosotros de nosotros, claro. Pero ahora que ya se había pasado el peligro.

El negro se fue asustado y maullando. Nosotros nos quedamos pensando qué inútiles y un poco electrónicos también.

sábado, mayo 27, 2006

Gestos y miradas

“Qué pena no poder hacer un blog de gestos.”

No tengo una cámara de vídeo instalada en mi retina, así que en principio sería imposible. Cierto que escribir y describir se puede todo (aunque esto dé pie a discusión), pero un gesto va siempre acompañado de una mirada que determina lo que significa.

Un gesto es algo semi-abstracto. Se ve, pero en el mismo instante desaparece y sólo captas su intención si lo recibes. Puede ser lindo, tonto, feo, raro, mágico, incomprensible, previsible, nuevo, el de siempre, el tuyo, el característico, involuntario, espontáneo; Es único y fugaz.

Sí, se pude describir un gesto.
Tal vez...

Pero por ahora mejor así, que las miradas son sólo para nosotras.

“Qué pena no poder hacer un blog de gestos.”

Y continuaron haciéndose muecas y riendo durante todo el trayecto de metro...

miércoles, mayo 24, 2006

El yupi del pollo

Calor en Madrid. Tráfico en la calle Princesa. Aire acondicionado y música en el coche. Semáforo en rojo. Carril de la izquierda: BMW negro. Ejecutivo importante. Gafas oscuras. Traje y corbata. Mira a un lado. Mira al otro. Semáforo en rojo. Baja la mano. Cree que no miro. Baja la mano. Cree que no miro-cree que no miro-la saca rápido-cree que no miro-la saca-la saca y saca un hueso de pollo y lo chuperretea y esconde la mano: Calor, semáforo en rojo, ejecutivo, hueso de pollo.

lunes, mayo 22, 2006

Estrella desigual

Eres la estrella desigual;
En ti no hay mal
Sino bueno, lindo, y mucho más.
Eres la estrella desigual,
Que cuando empieza a apagarse brilla más.

Y si estás triste
No es tan grave.
La tristeza vuela pues es ave.

Ave ave a ver cuenta…
A ver cuenta que te pasa.
Cuenta, niña, y yo te canto...

La palabra que te escribo
No la dejes al olvido;
Vuela siempre hacia su nido, la palabra
Si es contigo.

Y qué se hace con lo que no se dice...
No hay respuestas a tu encuesta.
Pero escribe lo que sientes,
De la letra te alimentes.

Y si no, estaré contigo.
Y te canto...yo le canto
A la estrella desigual,

Para que cese el llanto.

De tontos y entre amigos. VOL V (Edición especial)

P: Ya está bien de tanta tontería, no se puede estar todo el día haciendo el tonto y sin café.
B: Por supuesto que no, además yo llevo todo el día sin tomar Coca-Cola.

P: ¿Dónde está tu autoestima esta tarde?
M: No confundas términos. Mi autoestima está in the clouds, pero la realidad está sentada conmigo en el sofá.
P: Pregúntale si está de paso o se va a quedar un tiempo.
....
M: Se queda hasta el 5 de junio.
P: Que pera. ¿Es calva?
M: ¿Mi realidad? No, no, es morena con el pelo largo.
P: Qué miedo.

K: Oye, pide.
B: Eh, a mi no me llames pie.

B: Puedes hacer el reportaje sobre el festival de cortos.
M: Claro...
B: Que puedes hacer el reportaje sobre el festival de cortos.
M: No sé.

B: Qué desprecio hacia mi casa y mis inquietudes.
P: ¿Eh!? (Exacto: ¿qué?)

K: Ponemos esto y ya terminamos el trabajo.
P: Pero nos lo estamos inventando.
K: No, esto lo sabemos.
P: Porque te lo acabo decir yo.
K: Bueno, hay que aprovechar tus recursos.

(¡Atención! Diálogo intelectual):
P: Tenemos que ver El Chavo del Ocho.
B: Me niego, he visto suficiente.
P: ¡Oh! Me decepcionas. El Chavo es una fuente inspiradora para los grandes genios como tú y como yo.
B: Bueno, si eso es lo que piensas, tendré que respetarlo.

M: ¿Porqué no aparcasteis por aquí?
P: Es que en este sitio no hay sitios.

B: Tengo que hacer un trabajo.
P: Yo ya lo estoy haciendo.
B: ¡Es que tu siempre vas por delante!
P: Porque soy más bajita, si me quedo por detrás no veo.

K: Ay, que tengo hiii.
P: ¿Qué?
K: Que tengo hiii- hipo.

B: ¿Tú que quieres hacer esta noche?
P: Estar contigo un ratito y con el osito de la osa mayooooor.
B: Cada día me sorprendes más.
P: ¿Y eso?
B: Me sales con unas paridas que ni el rey. (Ya te digo)

M: ¡Cuidado!
P: ¿Y si morimos!?
B: Pues resucitamos.
P: Jo, pero entonces me tengo que volver a peinar.

(Después de más de una hora decidiendo qué hacer):
B: Nos ha costado pero lo hemos conseguido.
P: Es que somos decididoras intermitentes. (Ding, ding: bonus de nueva palabra)

B: Deja eso que se va a salir el ketchup y nos vas a manchar.
M: Que no...
B: Ya verás.
M: ¿Cómo se va a salir el ketchup si es mayonesa? (Pues eso digo yo...)

P: No se por qué te decía esto.
B: Creo que desvarías un poquito, pero te quiero igual.

P: Este café está muy dulce.
M: Pues llévalo a casa y lo metes en el frigorífico y que se evapore el caramelo. (1. Se evaporaría el café, no el caramelo. 2. ¿Cómo se va a evaporar en el frigorífico? 3. ¡Qué dices!?)

P: ¡Me habéis metido cosas en la zapatilla!
B: Pero son cosas que huelen bien.
P: Me habéis metido hojas y un trozo de calabacín.
B: Pues eso.

K: ¿No sabes a que hora trabajo?
P: Mmm...de 22h a 24h.
K: Jaja.
P: ¿De 22:30 a 24:30h?
K: Casi. De 15h a 1h.
P: ¿Y porqué dices casi?

P: A ver la foto.
M: Tú sales con cara bien...para lo que sueles.

B: Qué payasa.
P: ¡Pero te ríes!
B: Sí, mucho.
P: Es mi cometido en la vida.
B: Qué bien, el mío es ser un desastre y hacer llorar.
P: Que nooo, ay bendito, Diosito de mi vida ay ay ay.
B: ¿Ves?

M: Jo, nunca pedimos croquetas.
P: ¿Quieres?
M: No...

K: Tengo que contarte una cosa muy fuerte.
P: ¿Vas a ser abuela?
K: ¿Sin tener hijos!?
P: Eso sí que sería fuerte.

B: Mañana me vas a acompañar, ¿no?
P: Jeje...
B: Risitas no. Una contestación como Dios manada: o sí o sí.
P: Jeje...
B: Así me gusta.

Y ahora... suenan los tambores:

M: Eso más que inútil es inconseguible. (Ding, ding otra vez).

P: Estoy Acuna-matatada de por vida. (Ding, ding!?)

B: Esto de estar dormida está muy bien...porque pasas de todo. (Es lo que tiene)

K: Somos peculiares.

M: Tápate la oreja que me distraes.

B: Esta foto me encanta, Paloma matándose. (Graciasss...)

P: Aquí nunca hemos venido con nosotras.

M: Yo creo que no se dio cuenta mentalmente. (Yo creo que tampoco)

K: Haz todos los posibles por venir.

M: El problema de tener amigas puntuales es que no tenéis consideración con los que queremos llegar tarde. (Tienes razón, lo siento)

P: Yo no me entero, pero podemos hablar de otra cosa.

M: Somos teletópicas. (Totalmente)

B: Tengo que hacer cuatro trabajos en tres días. Creo que esta semana voy a fingir que estoy muerta y dejar que pase.

K: Tú me ayudas siempre con las cositas de mi cabeza y yo quiero ayudarte con las tuyas.

M: No veas que risas nos vamos a pasar. (Ya estoy impaciente)

Y por último:

P: No me tomes por mentirosa.
M: ¿Y por tonta?
K: ¿Y por loca?
P: Jo, gracias. Anda, di tú algo también...
B: ¡Eh! Oh, ahhh, Dios...

En fin, nunca creí que llegaríamos a estos límites.

sábado, mayo 20, 2006

Cuando estás

La mejor parte del día es cuando vienes; vamos; y a veces quisiera no llegar nunca porque siempre que llegamos te vas...Quisiera no llegar y seguir hablando, y cantando y riendo y diciendo. Pero llegamos y el momento más triste del mundo es cuando te vas. Pero vuelve a ser mañana y el momento más lindo del tiempo es cuando estás aquí otra vez.

viernes, mayo 19, 2006

Gracias a mi ami amiga

¿Y si lloro?
¿Y si me río?
¿Y si llorri o me rillo?

Sólo GRACIAS por ser amiga mía y de nuestras amigas.

Perdona cuando te escriba cosas que no entiendas, o diga cosas raras como sólo las digo yo, pero "es mi manera de decir las cosas" y "es mi idioma".

GRACIAS por ser amiga mía. (Y por acompañarme todos los días en el café).

GRACIAS por ser amiga mía. (Y por regañarme algunas veces).

GRACIAS por ser amiga mía. (Y por irte a vivir el año que viene al estado de la patata, que nos ha dado mucho que reír).

GRACIAS por ser amiga mía. (Y decir tantas tonterías).

GRACIAS por ser amiga mía. (Y por todo lo que no escribo).

Gracias a mi, gracias a mi ami, gracias a mi ami amiga; Gracias, amiga.

domingo, mayo 14, 2006

Gente

La gente: buena gente, mala gente.
La gente: gente mala, gente buena.

La gente es gentilicio cuando es de algún sitio.
La gente es gentecilla si es cariñosa.
La gente es people si es en inglés.
La gente es gentuza si hay desprecio.
(No existe gentuza, hay gente diferente)

La gente es gentío si hay mucha.
La gente es persona siempre, pero solamente a solas:

La gente es gentío cuando en masa cruza un paso de peatones en una calle concurrida, pero la misma gente se convierte en persona cuando está sentada frente a ti, y te mira a los ojos, y te cuenta... Es magia, y es una sonrisa lo que transforma a la gente en persona.

sábado, mayo 13, 2006

El rincón

El rincón es una esquina. Muy oscuro es el rincón. La pared es amarilla, pero negro lo veo yo. Allí me siento, yo solita, yo me siento allí a estudiar. Allí tecleo tec tec tec y radácto un trabajo final. Y si acabo, no te apures, viene otro esperando detrás. El caso es seguir tec tec tec tecleando sin parar.

El rincón es oscuro y triste, hasta húmedo diría yo. Una cueva solitaria, ese es mi rincón. También es un lugar concreto, físico y real. Además de ser tan feo, es una mesa, una silla y el tec tec tec teclado de mi ordenador. Está al fondo del salón.

El rincón es aún más triste cuando hay gente alrededor. Y a veces es demonio, que me tienta con las voces, y la música y todo el color. Pero en el rincón también hay ángel que me ayuda a no caer. Es la luz de esta noche, que un ratito me distraeré. También es blanca esta pantalla, donde escribo sin papel.

Ahora estoy en el rinconcito, pero lo blanco se apaga ya. Dejo de escribir lo libre y los trabajos me vuelven a atormentar. Sigo aquí en el rincón solita, y los demonios alrededor. Trabajaré rápido y sin pausa, para que el ángel vuelva pronto y me saque de este rincón.

martes, mayo 09, 2006

Leere antes de dormire

Todo comenzare con trece horas fuera de casa al día. El resto del tiempo empezare a las 21 horas. Entonces es cenare, duchare, secare, preparare la ropa del próximo maratón (mañana), y con suerte a las 22:30, sentare. Pero sentare para trabajare o estudiare. Y no por terminare, sino por voluntare, parare a la 01.00 hora. Escribire, ahora sí, lo que quisiere. Talvez publicare. Finalmente, apagare y tumbare. ¿Dormire? Querere. Pero no podere. ¿Morire? No, pero casi de sueño. ¿Entonces? Leere, leere. Leere por lo menos dos páginas antes de dormire.

domingo, mayo 07, 2006

Gracias mami

Gracias mami, por ser todo.

Mami, mamá, mom, mommy, mamãe, mãe, mamita; MAMÁ.
Mamamimimaminininimaaaaaamiiimaamamamamamiiiiiiiimaaaamamá:

Eres todo, estás en todo para todos, por todo y de todo, y de todos, además.

Gracias mami, por ser todo.
Y gracias tía por ser mamá también.

sábado, mayo 06, 2006

Hola

Le fue muy difícil decir hola por primera vez. Estaba parada enfrente de ella y se miraban de vez en cuando sin decir nada. Le entraba arena en los zapatos, y oía el vaivén de los columpios. De repente sus miradas se cruzaban y corriendo desviaban los ojos hacia una esquina vacía, o a un palo en el suelo; así que la situación era un poco ridícula. Ella frotaba los dedos contra la palma de su mano sudorosa y la otra se escondía detrás del tobogán cada pocos segundos. Luego sacaba la cabeza desafiante, y alguna vez le enseñaba la lengua, je, otras ponía los ojos bizcos, jeje. Quería decirle hola. Tenía ya las letras ordenaditas, preparadas al fondo de la garganta. Cada vez se iban acercando más a los labios, pero una voz mucho más fuerte y muda callaba cualquier sonido a pesar de todos sus esfuerzos.

“H...h-h-hh..hol-hola,” triunfó al fin, aunque subir el volumen sería otra guerra.
“Hola.” Sorprendió la de enfrente, “¿Cómo te llamas?”
Silencio otra vez. La repentina seguridad de la otra le provocó lo mudo de nuevo. Además hablaba raro.
“¿Juegas conmigo?” insistió la otra.
Silencio y encogió los hombros. Pero una sonrisa siempre es que sí.
Sonrió. La otra salió corriendo, y ella la siguió feliz.

Fueron amigas hasta el último adiós, muchos años después. Otra vez estaban paradas una frente a la otra y tantas cosas querían decirse que no atinaron a decir nada. Se despidieron en un abrazo y en silencio, claro, pero ambas entendieron toditito lo que la otra quiso decir.

Había sido tan difícil decir hola por primera vez, que le fue mucho más difícil decir adiós por última. Tanto más, que nunca lo dijo.

jueves, mayo 04, 2006

De tontos y entre amigos. VOL IV (Qué barbaridad)

¿Porqué será que recopilo tonterías por montones preocupantemente en tan poco tiempo?


P: Qué bien partes las fresas.
K: Las voy a hacer con melocotón.
P: ¿Y con nata o azúcar?
K: Es que no se dónde dejé las llaves. (Te entiendo...)

P: Se llama Pepe.
M: Ah, pensé que era un chico. (Si...)

P: ¿Y Laura?
K: Ha ido a la hermana. (Creo que quiso decir que fue a ver a su hermana)

B: ¿Has terminado el trabajo?
P: Más o menos.
B: Seguro que más más que menos.

(Todo el día con los trabajos de la universidad):
K: ¡Joooooo!!
P: ¡Jo yo también!

B: Que esto es serio, no más tonterías.
P: Uy, eso va a ser difícil. (No esperaba esto de ti...)

M: ¡Ay, que me despiernas!
K, P, B: ¿Eh!??
M: Digo, que me despeinas.

K: Estoy entrando en tu blog, pasando las fotos al ordenador, y hablando con mi madre.
P: Koala multifunción.
K: Y con hipervínculos.

P: ¿Qué día es hoy?
M: 3 de julio.
P: No, ¿qué día es hoy?
M: ¡3 de julio, que no te enteras! (Era 3 de marzo)

P: Espérame en el Alcampo.
B: Vale.
P: Pero cruza el paso de peatones, que yo vengo de aquí, no de allí. (¿Te ha quedado claro?)

K: Ha ganado el Barça la liga.
M: ¿Qué?
K: ¿Tú no eras del Barça?
M: No.
K: ¿No?
M: Si. (Eh... te queremos)

K: ¿Vamos a terminar el trabajo, seguro?
P: Si.
K: ¿Pero sin hacer tonterías?
P: Mmm... No me comprometo a nada.

B: ¿Pues cómo lo hacemos? Es que...
P: Pues esto lo hago yo.
B: A ver.
P: A veo.

P: Me he cargado la pajita y ahora no sube la margarita.
K: Ay, hermana...

B: ¿Son las partes que te he dicho, no? ¿O hay más en lo que me estás mandando?
P: Si.
B: ¿Si, que? ¿Sí hay más? ¿O sí es sólo lo otro?
P: Si. ¿Qué otro?

Mongólogos:

K: Como delegada te expulso del planeta.

M: Esa mujer es como la rara. (¿Pero sin el como?)

B: Verme en estas fotos me ha hecho sentirme espárrago. (Claro...así nos hemos sentido todos alguna vez...)

K: Le voy a hacer una foto al apio este. (Y se la hizo)

Profesor: ¿Qué es la globalización?
M: Es lo de las mariposas. (Bueno, por lo menos fue la única que contestó)

B: Ay, me ataca la pajita. (Antes era la hoja)

K: Espera. Hago esto, el pollo, te escucho y ya nos vamos.

M: A ver, quita la cabeza. (¿Destornillador...?)

P: Soy la única que te llama Koala con sentimiento.

K: Nunca lo he probado. ¿Segura que es apio? (Esta vez tocan apios en vez de árboles)

(Mensaje de móvil):
M: ¿Estás durmiendo? Dame un toque si es que si y un toque si es que no. (Entendido)

B: ¡Qué grande eres, peke! (Jeje)

K: Hablando de peluqueras, me va a dar la risa en Estados Unidos. ¿Te imaginas?
I want to cut my hair.

Pues eso... como diría "K", ahora acercaros a un árbol y pansároslo muy bien...

martes, mayo 02, 2006

El susto imaginado

Anoche llegué a casa y subí a la habitación de mi prima. Ella estaba en el ordenador. Me puse el pijama y me tumbé en la cama a leer. Al poquito se unió a la lectura en pijama mi primo. Nos tumbamos los dos en mi cama, y claro, no tardó mi prima en venirse también. No a leer... sino a estar los tres, que es lo bueno.

Ya era tarde, así que pronto cerramos los libros y, con la conversación floja y perezosa de las dos de la mañana, nos dimos un beso y a dormir.

Nos quedamos mi prima y yo tumbadas boca arriba, mirando al techo y contándonos el susto que se había pegado esta mañana, el tropezón del otro día, la metida de pata de hace dos veranos cuando... En fin, contándonos cosas que nos contamos todos los días y nos sabemos de memoria pero que no nos cansamos de oír.

Apagamos la luz y yo me di la vuelta. Tiré la almohada al suelo y me tumbé boca abajo: en posición de dormir. Cerré los ojos mientras decíamos las últimas tonterías del día y de repente silencio. Empecé a dormirme, pero noté que era un silencio artificial, no tardaría en romperse porque aún ninguna habíamos dicho buenas noches. Abrí los ojos en lo oscuro y se me ocurrió lo de siempre; Era el momento perfecto para susto. Yo sacaría el brazo de debajo de mis sábanas muy poco a poco, sin ruido, y lo levantaría. Entonces, sin más, lo dejaría caer fuerte sobre el colchón de mi prima y diciendo Aaaa. Ella saltaría boing en la cama y patalearía con las sábanas hasta dejarlas hechas un burruño, a la vez que daba uno de sus chillidos ensordecedores e interminables, que once segundos después del susto sigue chillando, y que enmudece mi risa jaja.

Y jaja que me lo estaba imaginando y lo vivía de tal forma, prediciendo exactamente su reacción y esperando el jo, tonta de después, que es como si ya le hubiese asustado de verdad. Y me empecé a reír yo sola del susto imaginado. Claro que ella también se reía ahora, pero de mí, que había roto el silencio inesperadamente y que a oscuras me reía sola y de nada.