lunes, julio 17, 2006

La zona

La zona es la zona si estamos las dos. La zona es tuya, y la zona es mía. La zona es la zona mejor en las noches de nosotras: A prueba de aburrimiento y con garantía de risas. La zona no falla. Los bares se transforman en los que queremos que sean, y los adoquines van brotando del suelo para que no se nos acabe la calle, y sigamos andando, y hablando, y andando, y riendo, y andando por la zona, que se vuelve nuestra cuando vamos juntas. Pero es que en verdad, la zona no es una; estando contigo, la zona se viene allá donde vaya.

miércoles, julio 12, 2006

El (otro) paseo

Un sábado salí a dar un paseo en la mañana y regresé a casa con un "Hola linda" para mi y una rosa en la mano.
Papá y yo bajamos a dar una vueltita mientras llegaba la hora de comer. Casi hacía buen día, y nos fuimos paseando por todo el parque del olivar. Tomamos un jugo de naranja en el sitio aquél, el de los ventanales, en la Calle Conquistadores, y después nos volvimos. Yo agarraba el brazo de mi padre cuando salió un joven de la nada y dijo algo de una rosa y nos la mostró. Mi padre dijo que no queriamos comprar flores y el muchacho sonrió, "Un obsequio, es un obsequio." Me despedí con muchas gracias y seguimos caminando; papá e hija del brazo y allí mira cuánta gente y una carpa, habrá que ver, vamos a ver. Es Alfredo Bryce Echenique firmando libros, corre pues, rapidito compramos otro ejemplar de Un mundo para Julius, que si del Quijote ya tenemos cuatro ediciones especiales (cada cual más especial), por qué no otro más de este maestro.
Aguardamos fila y el de atrás le daba conversación a mi padre. El otro se ilusionó al escuchar el acento de Albacete y le contó las batallitas de su bisabuelo, que había sido comandante no-se-cuantos y, además, español.
Entonces nos llegó el turno y Bryce firmó mi libro, no, su libro, no, mi libro ahora que lo había comprado, no, su libro que lo había escrito, bueno, nuestro libro, y me dijo "Hola linda."
Así, con un paseo de sábado, un paseo con rosa y sin fusil, nos volvimos a casa.

sábado, julio 08, 2006

Utilidades de la vida

La lista de la compra, no te olvides donde la dejas, y no me olvido, sé perfectamente donde está, pegada con un imán a la nevera de casa.

El tirador “abre fácil” de los paquetes de galletas, que siempre te quedas con ellos en la mano y el paquete sigue cerrado.

Los carteles de tráfico que aparecen de la nada cuando estás a un metro de la salida correspondiente. Y la miras de reojo y dices, “Mira, por ahí era.”

martes, julio 04, 2006

Rutinas cruzadas

Al otro lado del mundo las horas nos cambian. Yo desayuno y tú meriendas, o yo meriendo y tú cenas, o yo ceno y tú madrugas; las rutinas se nos cruzan y aún así no hay un hueco. No te encuentro en mi pantalla y tu teclado no responde a mis palabras. Nos cruzamos casi siempre...pero no te preocupes, porque me acuerdo.

lunes, julio 03, 2006

Con gusto

Bogotá, Colombia: Mi última adquisición en la lista de lugares visitados; mi más reciente tachada en la lista de lugares por conocer. Verdes las montañas que rodean Bogotá, al norte y al sur, al oriente y occidente, todo verde. Como las esmeraldas de Colombia, todo verde. Por las calles limpias y ordenadas, allá viene la chiva, un camioneto de colores y música, todos bienvenidos a rumbear recorriendo la ciudad. De colores como las casas del barrio La Candelaria, con las montañas al fondo y arriba azul del cielo. Si escuchamos la radio suena el mundial, que empieza el partido con zapato beteao. Es la radio Caracol, radio de Colombia, que por cierto anuncia baba de caracol, elimina arrugas, manchas y acné, dos frascos de baba por sólo 99 mil pesos.

Y almorzar cuchuca, ajiaco, o mondongo, con cerveza Club Colombia, o una gaseosa si prefiere. ¿Y un tinto? (café puro) Sí, café Juan Valdez, café de Colombia. Pues un minutico, gracias, con gusto. Y hasta muy tarde las calles repletas de gente y gente y gente con tacones y cazadoras de piel. En la Zona T terrazas y mesitas una tras otra, debe ser la esquina de la calle 82 con la Carrera 13, o de la 82 con la 14, por ahí está animado. Y de cena patacones gigantes, arepitas de maíz dulce, y un aroma de frutas para el postre. Regáleme su firma, por favor, gracias, con gusto, hasta luego, que estén bien. Por ahí asoma de nuevo la chiva, con la cumbia y la noche, y adentro están tomando y rumbeando; ¡Dale candela!