miércoles, junio 29, 2011

Así, porque sí

De repente me apetece escribir. Lo que sea, como sea. Podría escribir apretando los dedos alrededor de un bolígrafo, deslizando mi brazo hacia la derecha a un ritmo siempre más lento que el de mis pensamientos. Podría escribir con la oreja- No, no podría; Lo haría si pudiera… Aunque no fuera más que por tontear. Pero lo que encuentro al alcance de las manos es un piano de letras, así que tecleo.


¿Y de qué escribo? No sé, de algo… Sólo quiero escribir. Mis dedos se mueven, arriba, abajo, se tropiezan, hacen una pausa, saltan intercalados, parece que saben lo que quieren expresar los destellos de mi cerebro, que recorren a oscuras mis nervios hasta desembocar en la luz de estas palabras en la pantalla.


Buá. Pues vaya frase me acaba de salir, empezaba bien pero al final me he querido tirar el moco, que diría alguien que yo sé… Y me ha salido demasiado rebuscada: que si destellos, que si luces y sombras. No me gusta, pero no la voy a borrar. Quería escribir, escribir, escribir. Pues eso. O pues ná, que es lo mismo.


No creo que este texto tenga un objetivo puesto que su fin es el medio, la escritura en sí. Así que creo que terminará como el final de una de esas pelis en las que estás 120 minutos esperando a que pase algo, esperas que la historia dé un giro, que haya un cierre que estire una sonrisa en la cara… pero el punto de inflexión no llega, y de pronto la pantalla se vuelve negra y aparecen los créditos, quizá con una trompeta de fondo.


Las caras de bobo se multiplican, un final NO meid in jólibud, que te deja chof, planchao, como si Juan y Manuela. Y aquí, además, ya casi va a terminar el texto y tampoco ha pasado nada, no hay giros que dar. Con el rabillo del ojo ves el abismo del espacio vacío pocas líneas más abajo. Antes de nada, pido disculpas porque no habrá un sonido de trompeta de fondo, aunque sería un puntazo. Pero espero que la sonrisa en tu cara sí se estire al concluir, pues yo he tecleado y tú has escaneado estos párrafos. Yo quería escribir. Quizás a ti te apetecía leer.

viernes, junio 24, 2011

Fuera de contexto... menuda excusa

¿Para qué es el temporizador?
Para que te suene la alhambra.

De las revueltas:
… en Yemen.
Del hueven.

¡Me pones nervioso!
Es recíproco.

Abre los pies.

Menos mal que he hecho una cosa bien…
Pero que no se repita.

A mí a partir de las cuatro se me van las copas.

Primos jugando a un juego de meter bolitas de colores en un agujero:
No me toquéis las bolas, por favor.

Me he quedado descolorada, digo, descolocada.

Tiene orejas de sopaplén.

Uf, no quiero meterme en camisa de once balas. (Ni nadie…)

Jugando a Turbo Granny (abuelas en moto):
Esta abuela da vueltas porque quiere, no me toques los coj*nes.

¿Cuántas cañas te has tomado?
Ninguna, lo juro.
Pues ¿Cuántos vinos?
Tres.
Eso lo explica.

En Cataluña, ve carteles de ‘Perruquería’:
Joé, cuantas peluquerías para perros hay aquí, ¿no?

Que te metan dos bolas es difícil.
Y ella es la única que tiene tres bolas dentro. (Esto es lo que pasa cuando se sacan las frases de contexto)

Decid personajes de Star Wars.
Ce erre dos pedos.

Te ha pegado el sol, ¡eh?
O el vino.

Yo tengo cierto apego por mi vida.

Decid jugadores del Deportivo.
Mientras retransmiten un partido del Deportivo y dice el comentador: Ahí va Coloto…
¡Saboro!

Llevo una talla 35 y aún así se me salen los zapatos.
Estás menguando.

Tienes un gusano ahí dentro que se come todo.
Sir Zampaloquecaiga.

Aprendiendo español:
Había un camión para correr (¿camino?).

A ver, personajes reales de Star Wars.
Mmm… Párdaguan.
Tú si que eres parda.

Donde vayas, lo que veas, hagas.
O haz lo que haga Pal, que a mi así me va muy bien.

Todas iguales, las canciones de… Palo de escoba… (¿Jarabe de Palo?)

Más personajes Star Wars.
Yo digo… un Jedi. (Pero uno cualquiera…)

¿A que el hueso de la risa es un hueso del cuerpo humano?
De la risa hay varios, para ser exactos.

Practicando español:
El Museo del Prado tiene un expedición nuevo.

¡He dicho! ¡No me toquéis las bolas!

Sobre el Jedi:
¡Pero un DJ no vale!

Llueve...
Yo he dejado el paraguas en el coche para que no se moje.

Es que le estaba encrespando (¿Increpando?)

Hablando de videojuegos:
…como el Mario Bronx.

¡Arbitrooo! ¿Cuánto le habrán untao!?
Si, y cuánto le habrán pagado también…

Ah, si, he visto esa peli pero no la conozco.

Llevo dos cafés en media hora, esto debe ser grave… O lo que va a ser grave es lo que pase después.

Dice que quiere hablar conmigo y la otra se pone a hablar de Canadá porque está celosa y, bueno, me lo estoy inventado.

Estos sobres sobran.
Si, y con esa poética…

Eres la h*stia.
Corrección, eres la p*ta h*stia (… y se le sale la cerveza por la nariz)

Estafgnciasfghkkl joé es que no me oigo.

¡Bananita, cúbreme!
¡Pekeñita, tengo a uno a tiro!

Estoy a dieta, eh, sólo voy a coger un poco de pan para el tocino.

lunes, junio 20, 2011

A ver quién es el tonto que da la palmada...

¿Dónde te duele?
Ahí.
¿Ahí?
¡Ay!

En misa me he acordado de que no había puesto cebolla a la tortilla.

Vamos a ir por las mesas repartiendo un salero y un… pimiento. (Pero de los rojos. Ay, que no me salía la palabra)

No tenemos cervezas.
¡Hay que comprar!
Que era broma... qué susto, ¿eh?
Pues las bromas de mal gusto te las metes-…

¿Cómo se escribe picanha, picanHHHHA?

¡El Imperio Contra Paca!
No, contra Paca no. (En cuanto a Star Wars no se admiten “bromitas”)

A ver, enciende. Digo, llama.
¿A quién?
Al ascensor.

Qué mala suerte que me pregunten cosas tan complicadas.

¿Sólo una cerveza? ¿Con quién crees que estás hablando?

Entrevístate.

Luego nos escapullimos por ahí… (Serás capulliti…)

¿Y cómo se escribe caipirinha, caipirinHHHHA?

Botín fue ministro de Aznar. ¡AH, no! Fue Moratinos. (Nunca es tarde para rectificar)

Me parece fatal que estés al tanto de que la semana pasada tuve diarrea y no sepas que he vivido en cinco países.

Del colorete (maquillaje):
Pues échate polvorete.

Ay… están tan tristes y tan contentitos. (Por no hablar de los cambios de humor…)

Es que entre nosotros no hablamos.
Sólo decimos tonterías.

Llama.
Si ya he llamado.
Ya, si es por mandar.

Oye, ¿te estoy esperando yo a ti o tú a mí?

Pronunciado por su eminencia:
La integración es eminente…

Tengo mucho trabajo, hay que ponerse las botas (¿Pilas? O realmente quería un chuletón…)

¿Sabes cómo se llama mi café?
Bananito.
No, pero casi: Roma.

Mmm… How I chufo esto? (No sé…)

Cargadísima de razón, suponiendo que se refiere a “empecinar”:
¡Claro, te has empepinado en que tiene que ser así…!!

¿Vamos?
No, yo quiero seguir haciendo el tonto.

¿Pero a la cena vais vosotros en plan parroquia? ( Señor… ¿por qué me has abandonado!?)

Describiendo a una persona humana:
Es como una especie de asno.

¿Te apetece atún con ventresca?

Hay un cartel que pone: ‘Se pintan casas a domicilio’, jajaja…
¿Y?
Piénsalo.

Los conozco desde que nací.
Claro, son tus padres.

De los percebes:
En verdad que tenía que tener hambre quien empezó a chupar eso.

¿Pasaste frío?
Pues hasta que empecé a pasar calor, si.

¡No seas inconstante!
Inconsciente.
Eso.

¿Tienes calor?
Uf, es que estoy esfocada.

A mi jugar a las palmas se me daba fatal… Siempre era la tonta que daba la palmada.

El cine de verano está genial… Incluso para ver una peli. (Nice…)

¿Quién ha ido al excusado del fondo?
Nadie.
Pues hay un recuerdo.

Venga, ¡luego emborrachera! (No, si tú ya…)

¡Ehhh! ¡Tengo un piano de pedos!
Ya somos felices.

jueves, junio 09, 2011

Limitaciones

“Todos tenemos alguna limitación; la de Paloma es que le da la risa”.

Bueno, puede ser. Cuando intentas entrar sigilosa (para no despertar a nadie) en un cuarto a oscuras, a las cuatro de la mañana, con tu prima, -después de haber tomado una copita en una terraza al lado de la playa- para levantar con nuestra fuerza brutísima entre las dos un ‘puff’ donde dormirá el séptimo acoplado en un pisito de dos habitaciones, y sacarlo sin hacer ruido, de espaldas hacia el pasillo, también a oscuras porque fíjate que justamente se ha fundido la luz, calculando el paso a ojo para no chocar con los marcos de la puerta, sin poder rascarte el repentino picor en la nariz para que no resbale de las manos el camastro, sin reírte, mientras los demás primos pululan por detrás y no ves cómo vas a llegar pero presientes el tropezón al pisar (y clavarte) distintos pares de chanclas amontonados bajo tus pies del 35… Y para ayudarte viene por detrás otro primo, y te hace la cuchara para sujetar ahora entre los dos mi parte, y así recular los dos a la vez y sin reírte, aún a oscuras y hacer el giro en el pasillo sin chocar con los marcos y sin hacer ruido y sin soltar y sin pisar y sin reírte…De acuerdo, hay situaciones en las que la risa podría llegar a ser una limitación.

Pero a la vez actúa con magia como adherente para la memoria, pues esa flojera a punto de estallar en carcajada habrá creado ya, en ese momento, un recuerdo. Un recuerdo que, además e inevitablemente, en el futuro provocará… más risa.

La risa puede ser la explosión de los nervios, un signo sincero de complicidad, la desembocadura del tormento de las cosquillas, la reacción más natural, la amnesia del pesar, un aire fresco desde dentro, una excusa excelente para perdonar; Es ánimo para el des, el pan de los payasos, las ganas de ganar y la nonada de perder, una respuesta clara a una pregunta incierta, una manera más afectiva de comunicación, el consuelo de tontos y listos por igual, el anhelo de los solitarios, la envidia de los envidiosos, un sonido contagioso que invita a acompañar; Es un método de evasión, la banda sonora de la diversión, una herramienta del sarcasmo, un dolor de tripa que cura cualquier mal, una debilidad que renueva las fuerzas, la onomatopeya del alma, la mejor manera de despertar; Es un tembleque silencioso, un reflejo involuntario y una seña de buena voluntad, un estruendo que rompe la calma, una distracción inoportuna, la más grandiosa expresión de la felicidad; Es la chispa humeante del humor, una espada para conquistar, una magnífica razón para que se te salten las lágrimas, el desenfado de la vida, un fantástico círculo vicioso, unos instantes compartidos que ayudan a descubrir una amistad; Es la mejor muerte figurada (morir de risa), una invitación a lo que sea y un escape para todo, compañera inseparable de tu tiempo más preciado y apreciado, un mecanismo de defensa, una forma de vivir, el único resquicio en una situación insalvable, el detalle que te hace enamorar; Es la mejor compañía en una sobremesa, la esperanza de una reconciliación, el último recurso para no dar una tarde por perdida, la alternativa al no saber, el resultado cierto de disimular, el anticipo de algo por inventar, la perdición si se junta con las ganas de mear.


La risa es todo… Y si es limitación, me limito a limitarme. Me meo.