martes, diciembre 13, 2005

Gobernator: terminator

Stanley “Tookie” Williams ha sido asesinado esta mañana. Algunos dicen que ha sido ejecutado. Pero no, ha sido un asesinato. Él mismo fue asesino. Llevaba 25 años en la prisión de San Quentin, donde se había rehabilitado. Escribió varios libros infantiles y desde su celda llevaba años luchando contra la violencia. Su lema: “No hagas lo que yo hice.” Pero parece ser que el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger no leyó sus libros porque esta mañana le ha asesinado. En sus manos estaba el indulto del que había sido propuesto ya por sexta vez como premio Nobel de la Paz. ¿Y qué?
¿Qué son las cárceles entonces? ¿Jaulas, latas de basura humana? Que alguien me de una colleja si soy tonta por creer que las prisiones son centros de rehabilitación, de esperanza para los que han obrado mal, donde pueden redimirse, aprender el bien. Claro está que muy pocos de los que allí entran, consiguen volver a ser personas, salir a la calle y vivir tranquilamente, y aún son menos los que consiguen aportar algo positivo a la sociedad, por poco que sea. Pero por dos o tres que lo consigan de cada cien mil (o los que sean), habrá valido la pena. Uno de estos escasísimos milagros se llamaba Stanley “Tookie” Williams.
Hoy ha muerto. Pero no ha muerto un asesino, sino una víctima. Una vez rehabilitado Stanley era tan persona como las que él mató; tan víctima. Hoy ha muerto Stan, hoy ha muerto la esperanza, hoy ha muerto la Paz. Gracias “Gobernator”, gracias “Terminator”. Has terminated con nuestra esperanza, has terminated con una vida a la que le quedaba mucho por ofrecer, has terminated con lo que no debías. Termínate a tí.