viernes, diciembre 11, 2009

Cumplir

Realizar, lograr, servir, desempeñar, obedecer, mantener, honrar.
Con gente, con fechas, con gastos.
Deberes, leyes, promesas.
Por obligación, por educación, por cortesía.

Nos pasamos todos los días del año cumpliendo, pero se reserva un día entre 365 en que los cumplidos son sólo para nosotros.

¿Cuánto hace que asomaste la cabeza? ¿Hello?

Por cumplir, digo, con las estrellas y el calendario… No por nada, así, por hacer algo. ¿Lo celebramos?

Venga, cualquier ocasión es buena excusa para brindar. Y más aún si la proclama incluye Felicidad.

De todos los cachitos de felicidades que forman las risas y las sonrisas se cuenta el conocerte. Así que en tu cumple, felicítame a mí también.

¡Felicidades! Felicidad des y que la recibas tú bien.

miércoles, diciembre 02, 2009

La luz en el túnel bajo tierra

Entré en el vagón del metro con el rutineo establecido, de vuelta a casa, cuando vi entre las gentes un sitio vacío y me atiré él, me acomodé y abrí el libro que últimamente me acompaña en estos trayectos: el Corán.

Resulta que había ocupado yo el lugar al lado de una pareja extranjera, intuí que era árabe lo que hablaban entre ellos, pues la mujer a mi izquierza llevaba un pañuelo cubriéndole el cabello. Enseguida noté que la mujer se inclinaba hacia mi, intrigada por el contenido de mi lectura, que debió reconocer por la clasificación de las suras y aleyas en los márgenes superiores de cada página. Su curiosidad explotó de pronto en inglés con un "Excuse me." Levanté los ojos y sonriendo le dije, "Yes?"

- ¿Qué estás leyendo?
- El Corán.
- Ah... este es nuestro libro, soy musulmana- me sonrió- ¿Tú eres musulmana?
- No, lo estoy leyendo para aprender más sobre el Islam, me interesa conocer distintas religiones.
- ¡Oh, muy bien! Te gustará el Corán. Para nosotros es una guía, cualquier duda que tengas en la vida, abres el Libro y ahí está la respuesta.

Su marido asomó la cabeza de detrás de ella y me preguntó:
- ¿Sabes quién fue Abraham?
- Si, conozco su historia.
- Pues venimos de una celebración por él, hoy es el día del Cordero.

Me interesé más sobre la reunión, me dijeron que era su segundo día de ayuno, y me preguntaron por la mezquita de Madrid. Les indiqué dónde la encontrarían, y me contaron que habían venido a España de vacaciones.
- ¿De donde sois?
- De Pakistán, me contestó el hombre.
- Debe de ser precioso por allí.
- Oh, si, además vivimos cerca de las montañas.

Entonces llegamos a su parada, y se levantaron para salir. La mujer me puso su mano en el hombro y me dijo:

- ¡Buena suerte con tus religiones!
- Gracias, ¡y que disfrutéis de España!

Se volvieron a mi con una sonrisa y se despidieron los dos con un gesto de la mano.

Cuando vuelvan a Pakistán contarán la anécdota de nuestro encuentro diciendo: En España las niñas hablan inglés y leen el Corán.