jueves, abril 26, 2012

Veinticinco


Los fantásticos momentos que pasan por mi, los maravillosos lugares por los que paso yo... Nada es mejor para mi que vosotros, que estáis siempre conmigo.

Robar ajo frito de la sartén del tío Juan, y comernos a medias una tripa entera de salchichón el primo y yo, el campanario, una merienda en el llano, nuestras voces bailando con su guitarra, una foto en las escaleras, la mesa de los nenes, pastelitos, rosetas, cenas en la terraza. Domingos de merengue, noches de salsa, batucadas de tambores, quenas, zampoñas, y muchos muchos colores. Inocentadas, la mesa de las brujas y La Encantada, la cama-chicle, los baúles de juguetes en las cámaras, bajar la cuesta a toda leche con el coche rojo o el pato de María, madrugadas de risas en la citara, el podrío, o el mirador. Los apertivos en la cocina. Bañitos en la piscina de casa, agua de coco, y la guaga. Una piña colada, ser acosada y perseguida por las autoridades sanitarias chinas, una liana que lió a Ana, una barca perdida en el Titicaca, una subida del río en Patagonia, muchos ping-pongs, enfriar cervezas en la ventana y correr por Times Square. Amigos que me pegan a la pared con cinta aislante, mantener conversaciones sólo con diálogos Disney, ver las mismas pelis una y otra vez, jugarnos las vida con el abuelo cruzando la autopista, los invisibles de las navidades, los sustos por el pasillo, unas cuantas copas rotas. Perditions y estrategias. La foto que ya tenía que estar hecha, Casasviejas, los cóndores de Dini y Walter, ya estamos aquí. Aquesha abuela que se cashó en el Gran Cañón, la manta de agua en Niágara, los chinos de San Francisco, y no sé cuentos viajes más. Los patines de ruedas sobre hielo, el grito de guerra ¡Bananita, cúbreme! y la seguridad de ¡Pekeñita, tengo uno a tiro!, ir a no sé cuánto cuando hay que ir a no sé como. Una loca aventura en autobús por Zaragoza en Pilares, abandonando a nuestra guía en confusión con las consiguientes carcajadas. Meeps y todas nuestras historias, todas nuestras ciudades. Francesco en Venezia cayendo al canal, cagar haciendo ruido para espantar osos en Alaska. El poopy dance y las ballenas con pelo en las piernas, los partidos de los viernes y Paloma-Gol. El chiste del cojo y el gangoso, y los miles de intentos de contarlo interrumpidos por la risa de la Abuela, un ‘osinri’ en el crucigrama amazónico, el móvil que seguía sonando pero que seguramente se había dejado en casa, un pollo congelado que no volaría porque sólo quedaban los entremuslos, un culo de pepino en la frente, la mesa camilla, el braserete, y unas aves garrapiñadas. Un cuento futurístico de Caperucita Roja, una huella de camello y el torpedo, que ya viene. A por uno voy, dos vengáis, y eso te pasa por idiota. Mis hijosss y mis nietoss. Un rabo, unas bravas y unos calamares. Lo fandangoso, las maletas bajo las alfombrillas y no veo el coche, voy a ponerme las lentillas. Cocidos los sábados y alitas cada semana, yujadas, sopedoradas. Yo al lado de Jose, y tú, venga, rebaña. Encajes de bolillos para coincidir. Aventuras en carrito, comilonas, bailes, baileys, homenajes, sesiones y de tó. Paintaball en familia. La noria, el frango y el pelourinho en rojo. El camino al cole, las vueltas a casa. Las diferentes casas. Compartir palomitas, mantitas, Coronitas. Marichis en Garibaldi, estepas eternas y ataques de monos. Punchaciones, canciones desafinadas, los árboles de Koala y no morir de frío. Las penúltimas y las conversaciones literarias con tequila. Sidras y nuevos amigos. Un agujero en la pared, una cabaña en el árbol, algunas tomas falsas y muchos bailes. Personajes, fieestas de disfraces. El colorillo baboso, en tu culo un baile-máscaras. Un baño nocturno y todos pardawans. El Monichu. Achendere… “Lenchendere”. Sobre la marcha… y siempre al lío, al lío.

Las llegadas a lo desconocido y otra vez empezar de cero, los huracanes y temblores, las despedidas, y Papá. Pero los ataques de risa, los reencuentros, las personitas. Disfrutar todos los días.

Sin ser casi nada pero un poco de todo, son flashes que me vienen al corazón al repasar veinticinco años. No de momentos, sino de continuidad de felicidad. Saber apreciar sin tener que perder… Es un cumpleaños FELIZ.

miércoles, abril 25, 2012

Las family love en punto

Todo empezó con: Qué familia más rara. Todo acabó con: Tenéis que adoptarme.

Hoy me ha despertado un Yoda dándome instrucciones.

Nena, ¿tienes un guasa? (WhatsApp)

"El bus 133 hasta Plaza de España coger debes"- me ha dicho AlbyYoda.

Ha acertado todas las tonterías porque son de su cosecha.
No, yo sólo recopilo, los tontos sois vosotros.

Te he reconocido enseguida porque ibas vestida de Banana.

¡Se me ha dado la vuelta el culo!

Para probar que estás en forma vamos a jugar a algo de la infancia: ¡al tulipán!
Bueno, eso será de tu infancia... o de la infancia en otro país.

¿Venís de una fiesta?
No, vamos a una fiesta.
¿Y de qué vas vestida, de ratoncito?
No, soy un oso. (Tío, la gente no se entera de nada)

Vale, ahora tienes que cantar como los ángeles a la Virgen de la Turruchela.

Se me ha caído el culo y la barriga la llevo colgando.

¿Perdona, quieres jugar conmigo al pádel?
No, gracias.

Me he metido cuatro galletas a la boca y he cantado el fandango de Bienservida.

Viva la familia, que si hace falta te sujeta el culo.

No quieren jugar conmigo, se pensarán que quiero venderles algo.
Yo también lo pensaría si, en plena calle peatonal, se me acerca una niña vestida de osito con dos raquetas.

La siguiente pista es: Cabracho.
Vale, seguidme. Mmm, sidras...

Hola, ¿hablas español?
No.
Pues lo ha dicho con acento de Móstoles.

Fiefervidha ghes mi fueblooo Jan Bardoloo bi badrón...

Al autobusero:
Hola, soy un oso.
Hola.

¿Has superado el Trivial familiar?
Sí, he ganado cinco quesitos del Caserío.

Tu última prueba es: cuando el semáforo esté en rojo, salir al paso de cebra y bailar unas manchegas.
¿Esto es venganza por los bailes que os mandé en el Puente de Brooklyn?

¿Este vino está aquí para nosotros? (No, es para los de la mesa de al lado)

¿La gente que se duerme en el metro y se despierta en su parada cómo lo hace?
Duerme sólo un ojo.
Anda que la respuesta.
Anda que la pregunta.

Se le mete algo en el ojo:
Si esta noche me veis haciendo esto con el ojo ya sabéis que-
Que eres subnormal.

Eres la abuela más cañera, un sábado noche en un garito de Madrid.

Te presento a mis primas...
¡Joé, es un pase de modelos!

Tía, eres lo peor.
¿Por?
Eres lo peor.
¿Por?
A ver, no se puede bailar salsa y ya.

Me debes una copa desde hace tres años.
¿Y eso?
No sé bien por qué, pero me acuerdo de que me la debes, que es lo importante.

Se llamaba... A ver, decidme un planeta- ¡Úrsula!

Al menos es rítmico; siempre es una ventaja.

Eh, chipirón, todos los días sale el sol, chipirón...
Por cierto ¿Un bocata de calamares?

La gente miraba a la Abuela en la discoteca y se quedaban notas.

Yo no quiero calamares, yo porras.
¿Con chocolate o con café?
Yo caña también.

Me presentabas a tus primas y decían "Encantada"- Y yo encantadísimo.

¿Qué hora es?
Son las international love y media.

¡Y tocaron Eh, chipirón: la canción de este año en la Feria de Albacete!

Nena, cuéntales lo de los calamares en el ave fénix.

lunes, abril 16, 2012

A las diez en el reloj de la estación

Descubrir la vista de Manhattan que se estira hacia el cielo ante la mirada, saludar al Chrysler de acero inolvidable y compartir con vosotros mi propia versión de la ciudad: para empezar una Yoengling en PJ Clarke's, el original; un góspel inclinándonos y bailándole al Señor, y luego take you down porque voy a Strawberry Fields… para siempre; silbar un blues en Bleecker Street; deslumbrar nosotros a Times Square, una tarde en un bar de Brooklyn; las manchegas en el Puente, por supuesto; asistir de oyentes a una clase de esgrima; y cenas Ninja raras, otras chic en el Upper East, la hamburguesa en el Village; breakfast, brunch, un músico meticuloso en Central Park; escuchar la canción sobre el Chelsea Hotel justo enfrente de él e imaginar a Janis Joplin, haciendo una excepción por Leonard una noche; rotar la mole de Astor Place con un extraño; unas vías frondosas en las alturas, en el andén un amiguito y una madre trapecista; una caminata ajetreada Downtown; un paseo por el Riverside a la vera del Hudson como las canciones de Billy Joel; escaparates, arte y zapatos en el Soho; negocios en Chinatown; terracita en el muelle al sol y acompañados; laberintos en Macy’s; y un descanso en Madison Square; un saludo con baile improvisado; recuperar el tiempo y apretar meses sin vernos en un par de pintas; un mapa muy, muy pequeño; Broadway everywhere; y las risas y nosotros también.


lunes, abril 09, 2012

Donde cruza Broadway... Oh yeah!

Bienvenidos a Nueva York, donde lo normal es ser raro. Los normales suelen ser de Nueva Jersey.

Habla inglés igual que yo. Bueno, yo un poco peor porque no lo hablo.

Por aquí cruza Broadway, que atraviesa Manhattan en diagonal del noroeste al sureste. No es sólo lucecitas.

Aquí el tema de "cuál es la mejor hamburguesa de la ciudad" es muy polémico.

¿De dónde son ustedes?
De Madrid.
¡Ah! Atocha, Retiro, Granávia.

De la cantante de blues:
Se ha metido un tripi de fortasec.

En el puente de Brooklyn:
Bueno, ¿bailamos, no? Seguidme: Para bailar manchegas se necesiiiiita…

¿Quieres sausage, mami?

Nos vamos a quedar sordos.
Es que tienes ahí el bofe.

El predicador:
Jesús tenía todo, lo ofreció todo, lo dio todo, y lo cambio todo.
Oh yeah! Amén.

Aquí cruza Broadway.
¿Otra vez? Creo que me estás tomando el poco pelo que me queda.

¿Qué significa 'breeze'?
Brisa.
Pues hoy y mañana va a hacer eso.

En Brooklyn:
Yo quiero una Brooklyn Lager.
No les queda.
Pues que apaguen la señal de neón.

Jesús tenía todo, lo ofreció todo, lo dio todo, y lo cambio todo. ¡Lo tenía todo, lo ofreció todo, lo dio todo, Y LO CAMBIÓ TODO! (Se desgañita)
¿Pero qué tenía? No queda claro…

¿Cuando tú estudiabas aquí ya estaban en esa plaza los perro-flautas?
Bueno, yo he sido... Canté y me dieron hasta 7 centavos.

¿Cómo le gusta la carne?
Poco hecha, por favor.
Blandita y sangrienta... buena elección.

Llegando al baño:
Acaba de entrar él; date por jodida.

Seguimos dos manzanas más y allí ya es Broadway.
¿Pero cruza, no?

Ella no hacía más que decir Amén-Oh yeah y jugar con el iPad.

Estoy llenísima, no podría comer nada más.
¿Quieres un perrito caliente?
… Venga, si.

Casi todo el tiempo y muchas veces… Pero no siempre me estoy riendo de ti.

Es de principio de los ochenta, ¿no te suena?
No había nacido.
¿Qué dices? Pero si fue hace nada…
Ya, pero de hecho he estado más tiempo sin nacer del que llevo nacida.

Un tío fuera del bar:
Mi jefe está enfadado conmigo, mi novia está enfadada conmigo, y mi apartamento está enfadado conmigo.

Cómprame este colgante, que tú regateas.

Es lo que yo digo: Contigo y sin ti.

¿Tu apartamento está enfadado contigo?
Si. Ah, y también la camarera está enfadada conmigo.

En Madrid podemos representar un góspel, lo malo es que habrá que comprar un iPad.

¡Uuugh!
¿Qué pasa?
Nada, es que he sentido un molusco bajándome.

Qué agobio… Le voy a denunciar por exceso de customer care.

¿Donde estabais bailando?
En nuestros corazones y aquí mismo.

¡Pero cómprate el peluche, que cuesta medio muffin!

Cuando canta 'Sararei'... ¿quiere decir Sa-tur-day?

He estado viendo noticias en español. Dicen que hay obras en el Retiro: que va a cruzar Broadway.

Por favor, more coffee y la cuenta.