lunes, abril 16, 2012

A las diez en el reloj de la estación

Descubrir la vista de Manhattan que se estira hacia el cielo ante la mirada, saludar al Chrysler de acero inolvidable y compartir con vosotros mi propia versión de la ciudad: para empezar una Yoengling en PJ Clarke's, el original; un góspel inclinándonos y bailándole al Señor, y luego take you down porque voy a Strawberry Fields… para siempre; silbar un blues en Bleecker Street; deslumbrar nosotros a Times Square, una tarde en un bar de Brooklyn; las manchegas en el Puente, por supuesto; asistir de oyentes a una clase de esgrima; y cenas Ninja raras, otras chic en el Upper East, la hamburguesa en el Village; breakfast, brunch, un músico meticuloso en Central Park; escuchar la canción sobre el Chelsea Hotel justo enfrente de él e imaginar a Janis Joplin, haciendo una excepción por Leonard una noche; rotar la mole de Astor Place con un extraño; unas vías frondosas en las alturas, en el andén un amiguito y una madre trapecista; una caminata ajetreada Downtown; un paseo por el Riverside a la vera del Hudson como las canciones de Billy Joel; escaparates, arte y zapatos en el Soho; negocios en Chinatown; terracita en el muelle al sol y acompañados; laberintos en Macy’s; y un descanso en Madison Square; un saludo con baile improvisado; recuperar el tiempo y apretar meses sin vernos en un par de pintas; un mapa muy, muy pequeño; Broadway everywhere; y las risas y nosotros también.


1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esto es un resumen y lo demás...MM

4/20/2012  

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