lunes, febrero 12, 2007

El hombre caracol

Entró en la cafetería con la cabeza baja, como si supiera que por una ley natural estaba fuera de lugar en todos los lugares. La capucha cubría su pelo de Moisés y cargaba una bolsa vieja llena de su vida entera. Los demás lamentaron su presencia en silencio y él, también en silencio, se sentó en la mesa de mi derecha. Callado, tranquilo, por fin descansando, estoy segura de que adoró las paredes que tapaban el viento y el frío eterno. Inclinó el cuello hacia abajo, cerró los ojos y se abandonó al ronroneo de las conversaciones ajenas y al calorcito de la estufa. Su barba gris, larga, deshilachada; empezó a frotarse las manos contra el tejido de su pantalón. Entraba en calor poco a poco, sin chistar, sin querer incomodar a nadie, esperando que pasara el invierno.
Pero el frío es lento y siguió frotando. Vi que tenia las manos desnudas, heridas del viento ¿Cómo puede no llevar guantes? Primero pensé en darle los míos. Así no tendría frío, pero que tontería, si el frío lo tiene en los huesos, no en la piel. Mi café, entonces. Le dejo lo que me queda, qué mal, en vez de calor le daré desprecio con mis sobras, aunque bien intencionadas. No puedo hacer nada. Seguirá en la calle, dormirá en la acera, cargará su bolsa de la vida, y no se le caerán las costras de las manos.
Fui a la barra y compre un café con leche. Recogí mis cosas y al marcharme dejé en su mesa el vaso caliente. El hombre caracol miró hacia arriba sin entender lo que pasaba. “For you,” le hice un gesto de regalo. Abrió los ojos como si llegara al cielo, “Thank you, thank you,” dijo con un hilillo de voz. Pero seguirá siendo el hombre caracol por las calles congeladas.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pero por un momento un ángel le dejó ver un pedacito de cielo...

2/13/2007  
Anonymous Anónimo said...

Y en algún lugar de los sueños un hada nació para alumbrar la primavera que llega

2/14/2007  
Anonymous Anónimo said...

... Pero seguro que al menos durante un buen tiempo se sintió más hombre que caracol.

2/14/2007  

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