viernes, agosto 29, 2008

Alaskadas

Paloma: - Podíamos ir a Alaska.
Alberto: - ¿Para qué?
Paloma: - No sé, dicen que hay montañas.

Alberto: - ¡Foto!
Paloma: - ¿Pero porqué pones esa cara?
Alberto: - Es mi cara de pensar.
Paloma: - Pues parece que estás oliendo un pedo.

(De la camiseta del cerdo de John)
Alberto: - Joé, cómo cerda…

(De la caída)
Paloma: - Tengo ramas y hierba dentro de mis pantalones.

(De la liebre)
Alberto: - Mire, está ahí.
Señora: - Ah, si… pero eso parece una piedra.
Alberto: - Señora, eso es una piedra, la liebre es lo que está detrás de la piedra.

Paloma: - Si aquí es invierno todo el año, los osos hibernan todo el año ¿o qué?
Alberto: - Si.
Paloma: - Te lo estás inventando, eres un inventero.

Alberto: - Mi teoría es perfectamente asumible, si no, pregúntale a Darwin.
Paloma: - ¿Es asumible?
Voz de Alberto: - Siiii…
Alberto: - He oído un si, ¿lo ves?

Paloma: - ¿Quieres ver un ninja?
(Coge un palo, lo echa hacia atrás para coger impulso y da a Alberto un garrotazo en la espalda)
Paloma: - ¿Ves?

Paloma: - Cuéntame un cuento.
Alberto: - ¿Qué quieres de que vaya?

Paloma: - Podíamos ir a Alaska.
Alberto: - ¿Y eso?
Paloma: - No sé, dicen que hay pinos.

(En el bosque)
- ¡ALCE A LA IZQUIERDA!
- ¿Dónde!?
- ¡Detrás del árbol!
- Ah, claro, como hay pocos.