martes, octubre 17, 2006

Colgada

Una vez más volaba, viajaba, volaba, una vez más en el cielo. Y es que todos vivimos bajo el mismo cielo, y para verte me encomiendo a él. Despegamos rumbo al destino de noche, y vi el tesoro del mundo desde el aire. Las joyas de luz brillando en formas de rascacielo. Surcando las nubes, cruzamos lo oscuro. Y la silueta de la ciudad aún parpadeaba en mi retina. Junté la cara contra la ventanita y coloqué mis manos alrededor de los ojos para evitar el reflejo artificial. Sorpresa. No todo era negro. Tan nítida que parecía sonreír, contemplé la Osa Mayor, tan linda que parecía estrella. Desde allí, tan lejos y tan cerca, hacía tanto tiempo... yo no estaba tumbada en la carretera del pueblo, ni era verano, ni había lluvia de estrellas. Pero la Osa me había seguido, me acompañaba en el viaje, y yo saludaba como al trineo de Papá Noel. Otra vez estaba allí arriba, colgada del cielo, volando como en los cuentos. Volar deseo, y escribo desde el suelo para volar en la tierra. Volar, viajar; si como dice quien yo conozco, me paso la vida con los pies colgando.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y que lo sigas haciendo si eso es lo que deseas, porque eso te abre la mente y el corazon. Te quiero. Mami.

10/19/2006  

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