domingo, octubre 08, 2006

Experimento III

Ya voy entendiendo que, en los Estadossunidos-Usa, invitar a un amigo a misa un Domingo es tan común como invitarle a comer a casa un Martes. Y es que cada uno me invita a su iglesia. Parece que lo importante no es asistir a misa, sino ir a la iglesia y participar en la ceremonia, involucrarse en las actividades parroquiales, quedar encantado con el sermón y compartir el torrente de nueva fe con los amigos.

Esta vez fuimos a la misa de 1.30. No tener que madrugar este Domingo lo he agradecido (a Dios). Hoy tocaba Journey Church, la iglesia del viaje, “Una iglesia Cristiana contemporánea y casual.”

Casual. Cada semana esto se pone mejor.

Llegamos al edificio Manhattan Center, en la 34, esquina con la Octava Avenida. En el hall hay una mesita con pastelitos y librillos con el logo de Journey Church. La tapa del librillo es negra y en el centro hay una imagen de una ficha de dominó roja. Pone: “8 de Octubre, 2006. El poder de la influencia.” Será que hoy el sermón va de eso.

Subimos al quinto piso. A las puertas del ascensor nos recibe un típico americano alto rubio de ojos azules y facciones marcadas. ¿O era eso típico del alemán? No... dijo que era de Illinois. Nos acompañó hasta el Grand Ballroom, el gran salón de baile. Era aún más grande que el de la semana pasada, también en tonos verdes y pasteles (será lo propio). Decenas de sillas cubrían la moqueta cara al escenario, que tenia cortinas rojas de fondo, dos altavoces enormes y una pantalla blanca a cada lado.

El techo era alto alto alto y de él colgaban aparatajes muy sofisticados de iluminación. Al fondo de la sala había una tarima con dos cámaras y una cubículo de sonido. Juraría que había ido a ver algún concierto. Y seguí pensando lo mismo hasta bien empezada la misa, pues salió al escenario un guitarrista a tocar All because of you, de U2. Claro que, luego le acompañaron un batería, un pianista, un coro y una cantante y las canciones hablaban de Dios, de su fuerza y de su amor. Pero siempre en sonidos de rock. Y todos de pie cantando, siguiendo la letra en las pantallas, moviendo el cuerpo y dando palmas. Que conste, éramos la mayoría blancos.

Después vino el Pastor Nelson y nos habló del poder que tenemos todos sobre los que nos rodean, pero que cabe a cada uno decidir si lo utilizamos para bien o para mal, si lo utilizamos para seguir a Jesús o para otros asuntos. Explicó las tres verdades: Que soy una persona influyente, que mi influencia se expande mediante sabiduría y servicio, y que sólo yo puedo elegir como influir en los demás. Me dijo que era la sal de la tierra y la luz del mundo, y yo ni siquiera le había traído flores.

Al final volvimos a cantar, nos pusimos de pie y tocamos palmas. Me pidieron el nombre, correo electrónico y dirección. Cuestionario entero. Me regalaron un libro, “Liderazgo espiritual- Principios de excelencia para todo creyente.” Qué bien, gracias. Si si... y me fui hacia las mesitas del fondo a servirme café y un donut.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En serio paloma, cada día me sorprendes más pero que sepas que me encantan tus experimentos! Mientras tu te dedicas a ellos, yo aprovecho los findes para viajar! El pasado fui a Passau y este a Nürnberg! tenemos que planear la siguiente excursión aunque me parece que tendrá que esperar pq el próximo sábado toca fiesta espanola!jaja!

Un besazo!!

10/09/2006  
Blogger Turruchel said...

CADA VEZ TE METES EN LIOS MAS RAROS, KIERESW ESTARTE KIETAAAAAAAAAAAAAA!

10/18/2006  

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