Cualquier día puede ser martes

Los martes están infravalorados; Están atrapados entre el shock y el estado de negación de los lunes, y el pegote de los miércoles que son solo un enlace para los deseados jueves de aproximación al fin de semana, para por fin llegar a las noches revivientes de los viernes, y las largas mañanas y madrugadas de los sábados, antes de aprovechar los últimos ratos de los domingos para hacer pereza.

Un martes cualquiera puedes cenar con amigos. Con buenos amigos, porque los sólo amigos en general tendrían que esperar un hueco en el viernes vibrante o a lo laaargo del sábado, por ejemplo, también ajustándose a la agenda de los buenos amigos, que repiten el martes durante el fin de semana.

Si, un martes es bueno para juntarse y hablar de casi todo en general y reírse de todo todo en particular. Al día le sigue una noche deliciosamente buena, porque con amigos una noche cualquiera puede ser perfecta. ¡Un brindis por los viernes de los martes!