Despachada
Iba absorta, leyendo con la cabeza gacha por los pasillos de la Complutense, cuando oí mi nombre allá a lo lejos. Levanté la cabeza. Yo me encontré dentro de un despacho, y mis ojos se encontraron con los de una señora un tanto desconcertada y/o sorprendida, que estaba sentada detrás de su escritorio; Enseguida dibujé una aaaamplia sonrisa, dije Buenos días, me di media vuelta y con las mismas salí tirando, buscando un rincón para reírme.
1 Comments:
ESO ME RECUERDA A SITUACIONES YA VIVIDAS, COMO EN ASCENSORES, TU ME ENTIENDES. ESO DE LA RISA TONTA DEBE DE SER DE FAMILIA, POS BUENO.
BESOS JOSE MIGUEL
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