lunes, noviembre 10, 2008

Empatía y sentimiento

En la pollería, mientras nos atendía un joven, se acerca una señora al mostrador y le dice al muchacho:

- Anda, ¡si estás aquí!

- Si, aquí estoy... (esto, por si no había quedado claro con la primera observación o con la propia presencia del muchacho en el lugar.. ya sabemos que, en efecto, “estaba allí”).

- ¡Y cuánto tiempo sin verte! Pues ahora te voy a ver mucho porque yo vivo por aquí cerca, vamos, aquí al lao, ¿sabes? Aquí detrás en Alfredo Marquerie. Si, si… ¿Y cómo es que no has estado tanto tiempo!?

- He estado casi dos años de baja, con desprendimiento de retina.

- ¡Andá! ¿Y a cómo están las perdices?