martes, febrero 20, 2007

Neil's Coffee Shop

Donde Neil nunca está Neil, sino los camareros mexicanos que sirven el agua con hielo a la velocidad de un rayo. Dentro el suelo es de terrazo rojo, la paredes son parte ladrillo y parte azulejos redondos blancos y azules, y hay colgadas fotografías de famosos, autografiadas y enmarcadas. Suelo ir cuando estoy sola al mediodía. Me siento en la barra, saludo con una sonrisa al abuelo sentado a mi derecha. Estoy de cara a la vitrina de los postres y las cervezas. Me divierto con la conversación que piensan que no entiendo, y a Pepito (el que lleva el delantal) no se le va de la cabeza la canción bésame, bésame mucho. Se acerca Julio y me pregunta si quiero un menú. Le digo que no, que quiero huevos revueltos con bacon, patatas fritas, tostada de pan blanco y café, por favor. Me dice very well, y se marcha a pedir la orden.

El menú en Neil es gigantesco y tiene de todo, pero realmente uno va allí a comer huevos o hamburguesa. Es hasta de mala educación pedir otra cosa. Es más, si se pide algo "saludable" o “verde” te miran raro, y tienes que pedir algo asqueroso para compensar. Esta misma tarde un chico se sentó al final de la barra y pidió una ensalada. “¡Una ensalada!” repitió el camarero, y todos giramos instantáneamente la cabeza en su dirección. “¡Una ensalada!” repetimos todos en nuestra mente. “Bueno, y... ¿una coca cola?” trató de salvarse. Después del incidente, todos volvimos a nuestros platos grasientos y deliciosos. Cuando terminé con las patatas, me acerqué el plato de las tostadas con mantequilla y mermelada, que por supuesto tenia tres veces más mantequilla que mermelada.

La cafetería de Neil es todo menos lo que en Europa se entiende por cafetería. Allí se va a comer y a ver comer a los de al lado, y si te toca la mesa de la ventana, también a ver a los que se van con las bolsitas de "para llevar." Con el ultimo bocao estas saliendo por la puerta, dejando propina, claro. Si se quiere hay postre, pero nada de sobremesa. El café se sirve en taza grande y sin platito. La taza se coge con las dos manos, apoyando ambos codos en la barra, se inclina la taza hacia la boca, y se mete uno el rabo de la cuchara en el ojo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Todo es estupendo, hijita, pero no te olvides de las buenas costumbres europeas, porfa.
I miss you very much.

2/21/2007  
Blogger Dreamer said...

Pobrecito, todos mirandole por pedir una ensalada!
I miss u too! 9 days! :)

2/21/2007  
Blogger Turruchel said...

asi k ese es el motivo por el k desparecen las cucharillas en mi cassa, es k las robas tu para metertelas por el ojo.. de la cara claro...!!! no me imaginava eso de ti, a partir de ahora el cafe se toma con tenedor en mi casa!

2/21/2007  

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