lunes, octubre 01, 2007

Cuentos: La princesa y el cóndor

El Señor de Sipán, previendo su muerte, había convenido que todos sus guardianes, su perro y su llama, y sus concubinas debían ser enterradas con él, para acompañarlo y seguir sirviéndole en la otra vida. Todos serían enterrados junto a su cuerpo, aunque siguiesen con vida después de muerto él. Todos, incluso la princesa.

La princesa temblaba de miedo, pero confiaba en que a la muerte del Señor, pudiese despistar a los sacerdotes y a los guardias mortuorios para escapar. Y casi lo consiguió. Despistó a todos los vivientes que la buscaban, pero no pudo deshacerse de la fiera rabia del muerto Señor de Sipán, que mandó a su espíritu para devolverle a su princesa y enterrarla como él había ordenado en vida.

La princesa corría por la arena del desierto cuando sintió que algo le tiraba del pie y la jalaba hacia atrás, y la llevaba, la arrastraba por el desierto. De pronto la tierra se hizo suave y la princesa comenzó a hundirse. Sentía el fin… sabía que el Señor estaba debajo esperándola. Adiós mundo… nunca más vería el amanecer reflejado en las aguas del mar, nunca más cantaría, nunca más contemplaría al hermoso cóndor. Adiós. Cóndor de mi tierra, cóndor de los aires, vuela una vez más.

La princesa se sumergía rápido en la arena. Ya se despedía del cielo. Allá abajo le esperaba oscuridad. Aspiró una última vez, cerró los ojos y dejó que la arena cubriese su boca.

¡Zash! Un susto grande y unas garras enormes agarraron su espalda. Una fuerza tiró para arriba, mientras la arena suelta intentaba retener a la princesa.

Y entonces se acabó la arena, ya no había tierra, sólo aire. Y la princesa volaba en las garras del cóndor, que volaba una vez más.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ya pensé q habías escrito un cuento de terror!jeje! menos mal q al final todo sale bien,lo necesitamos!
mua!

10/01/2007  
Anonymous Anónimo said...

... y volaba majestuoso en la quietud de EL COLCA...

10/05/2007  

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