martes, febrero 27, 2007

La casualidad

Estaba terminando de almorzar en la barra cuando se me quedó mirando el que pasaba con la gorra. Él levantó las cejas, yo dejé caer mi mandíbula y, mudos, nos señalamos frenéticamente con el dedo mutuamente, abriendo los ojos cada vez más. Por fin sacamos la voz.
-“¿Qué haces aquí?” Preguntamos los dos a la vez.
- “¡No! ¿Qué haces aquí?” Volvimos a repetir al mismo tiempo.
Riendo, dejamos pasar un par de segundos.
-“Yo vivo aquí,” Dije finalmente.

Hacia tres años que no veía ni sabia nada de Greg, un compañero de clase en Lima. Ahora estudiaba en Nova Scotia, Canadá, y había bajado a Nueva York a ver a un amigo.

Me encontré con la casualidad, con Greg y con su gorra (la misma de hace tres años). Fue tal la casualidad del encuentro, que mientras yo comía él había entrado allí “porque tenia que mear.” Y fue por eso que se sentó conmigo, comí otra vez mientras nos contábamos nuestras vidas y nos alegramos de vernos.

Al despedirnos nos dimos un abrazo, nos deseamos una vida bonita y prometimos no mantenernos en contacto.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El mundo es un pañuelo, pero de los mocos. Mami.

2/28/2007  
Anonymous Anónimo said...

es Surdo, Surdo, sURDO. sURDO... entiendes??? ajaj no pasa na es solo poer decir algo

3/01/2007  
Anonymous Anónimo said...

pequeñitaaaaa te exo de menossss

3/01/2007  
Anonymous Anónimo said...

c´ est la vie

3/01/2007  

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