lunes, diciembre 19, 2011

Ganan las sonrisas

A veces sólo quiero quedarme como estoy, y otras me merece la pena arriesgar. Y soy optimista, aunque dude, pues si algo no sale bien lo veré siempre del lado positivo, porque es la única opción útil.

Los nervios de la anticipación, la duda entre el sí y el tal vez, la posibilidad del no, la alegría de alegrar, la opacidad de una ilusión apagada, la aventura de no saber y el empeño en querer saber, las amistades invencibles, la inclinación hacia el placer, las personas prescindibles, las despedidas hasta pronto y algún adiós para siempre, la compañía asegurada, y las miradas que nos dan seguridad, los gestos de complicidad, las reacciones involuntarias, emociones encontradas, una claridad de mente repentina, las ganas por hacer, las decisiones mal o bien tomadas, los ánimos inagotables, cualquier tontería, una sorpresa, la verdad y la verdaaad, tanta emoción, y algún que otro vistazo atrás sólo para sopesar… que ganan las sonrisas.

En ocasiones debemos escoger un camino que, como recordaba un amigo, no importa mucho cuál es si no sabemos adónde queremos llegar. Casi siempre es más fácil saber con quién queremos avanzar por él, o cómo hacerlo, o cómo no. En mi experiencia, muchas veces el camino se presenta él mismo ante mi. Y aunque en algún instante preciso no lo supiese, siempre he estado exactamente donde debía estar… Para que mi vida fuese así.

Para que siempre ganen las sonrisas.

1 Comments:

Anonymous Dolores primi said...

que pasada...me encanta! toda la razón!

1/17/2012  

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