miércoles, abril 11, 2007

El Mariachi

De la bodas francesas, “marriages,” con sombreros mexicanos se convirtieron en “mariachis.” Los hombres no son mariachis, sino que varios forman “un mariachi.”

En la Plaza Garibaldi de México D.F. está la fiesta. Es sábado por la noche. Se oyen guitarras y trompetas. Paseamos y se nos acercan, le cantamos señor, le cantamos. Hay una familia sentada en un banco, alrededor un mariachi toca La Malagueña. Por unos pesos una canción, señor. Un enamorado le dedica Échame a mi la culpa a la chica con la rosa en la mano. ¿Le cantamos? Viejos amigos bailan en un corro una ranchera de Guadalajara. Avanzamos y se mezclan las melodías, se pierde lejana La Malagueña y distinguimos al mariachi de al lado y suena México lindo y querido.

Entramos al Salón Tenampa; una barra con botellas de tequila, paredes pintadas con las letras de rancheras, banderas de colores que caen del techo, mesas de madera, escándalo, juerga.

Pedimos margaritas y mientras esperamos nos rodean con Cielito lindo. Bravo. Aún no llegan las fajitas ni el guacamole. Un viejito con peluquín, tan canijo como yo se acerca a nuestra mesa. Va de traje blanco impecable y del cuello le cuelga un guitarrón panzudo más grande que él. ¿Una canción? Le cantamos lo que quiera. Espera a tener la aprobación. Conseguida; el viejito tira de tres cuerdas de su guitarra pon Pon POM.

Es la señal y los demás acuden al llamado. Como en los dibujos animados, de pronto aparecieron ocho de todas partes. Dos guitarras se levantaron de sus mesas, tres trompetas salieron de la nada, se presentó un violín y por fin el vocalista.

Buenas noches, buenas noches, buenas noches. Todos impecables. Las guitarras de blanco y pajarita amarilla; las trompetas y el violín de traje negro y corbata verde. Un, dos, tres.

Dicen que por las noches no más se le iba en puro llorar… Juran que el mismo cielo se estremecía al oír su llanto... Trompeta, trompeta. Ay ay ay ay ay cantaba… De pasión mortal moría. Trompeta, trompeta, violííín. Juran que esa paloma no es otra cosa más que su alma… Cucurrucucú, cucurrucucú, cucurrucucú, paloma. Trompeta, trompeta, violín-lín-lííín. Cucurrucucú, cucurrucucú, cucurrucucú, cantaba. Ay ay ay ay ay…. no llores. Trompeta, violín. Trompeta, violín. Trompeta, vio-lín.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cucurrucucú...escriiiiibiiaaaa! MM

4/12/2007  
Blogger Gori said...

Te mereces que te canten los mariachi todas las canciones del mundo y sobre todo la de Cielito Lindo, porque lo eres

4/14/2007  

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