jueves, septiembre 07, 2006

Ridículo

Nueva York es un monstruo de ciudad. Donde quiera que mire todo es tan grande, tan alto o tan enorme, que mi tamaño es hasta gracioso.
En las grandes ciudades se encuentra gente de todo tipo y cada uno es de su padre y de su madre, como dirían algunos. Pues uno de estos hijos iba hoy cruzando la Quinta Avenida con mucha pinta de (alto) ejecutivo. Vestía traje y corbata y hablaba por un manos-libres. Llevaba una revista Time enrollada en una mano, y en la otra sujetaba un bolsito marrón de Louis Vuitton.
Resulta que el bolsito tenía una tapita abierta y detrás había una rejilla. No es que el bolso de Louis Vuitton fuese una alcantarilla móvil; era uno de esos bolsitos transporta chihuahuas cara-rata o siemeses repelentes.
Una criatura asi no puede desplazarse por Nueva York en un bolso cualquiera.