lunes, noviembre 21, 2005

Otoño

Una tarde vas camino a casa, cargada, cansada de las clases, y al llegar te esperan horas y horas de estudio. En tu trayecto de todos los días te das cuenta de que estás en una calle árbol con árbol, y la acera está cubierta de hojas caídas. Es otoño en Manhattan, y tú eres la protagonista en una de esas pelis. Vas caminando por una alfombra de hojas rojas y amarillas por una calle de Nueva York, todo es perfecto. Pero la alfombra no está sujeta, una hoja se mueve, tu pie se resbala y de repente estás sentada en un montón de hojas secas, en la esquina de tu casa, y muy muy lejos de la Gran Manzana. Te levantas en seguida, ni siquiera miras para atrás, disimulando por si te ha visto alguien. Ojalá no me hayan visto, que vergüenza. Pero que risa...